La artista y arquitecta malaya Hong Yi, apodada “Red” por que Hong suena a “rojo” en Chino Mandarín, es una de las hijas de las miles familias que dejaron Shanghai en los 60 durante el comienzo de la Revolución Cultural y se movieron a Malasya. Mientras crecía iba aprendiendo cosas sobre China pero nunca hubiese imaginado que volvería allí a trabajar.
Después de conseguir el graduado universitario en Australia, consiguió un trabajo para la firma arquitectónica australiana Hassel en sus oficinas en Shanghai. La contradicción entre la esencia y el caos de la ciudad inspiraron a Hong a crear arte con materiales comunes como medio.
Conocida como la artista que “ama pintar, pero no con un pincel”, su trabajo ha calado hondo en el mundo del arte, empresas de comunicación como Huffington Post, Wall Street Journal o la CNN han alabado su trabajo. Ha trabajado para clientes como Hewlett Packard, Unilever, Nespresso, AT&T, BBDO, Mercedes Benz… Ha sido invitada como presentadora a más de una conferencia sobre diseño como el TED2013 en Kuala Lumpur o APEC. Fue nombrada por Esquire entre las “12 malayos más brillantes” del 2013. Hong trabaja en su propio estudio y vive y trabaja entre Shanghai y Malasya.
Desde principios de marzo, Hong Yi empezó a jugar con comida, cada día recreaba una pieza de arte encantadora en su plato creada a base de comida, con el plato como único fondo. Prometió cumplir con esta apuesta durante todo el mes y los publicó en su cuenta de Instagram. Podéis seguirlo en su cuenta de Instagram @redhongyi.
También podéis visitar su web en www.redhongyi.com.