Las baldosas hidráulicas en la cocina son tendencia. Sus coloridos tapices combinan perfectamente con mobiliario de vanguardia y otros estilos decorativos que marcan tendencia.
El mosaico hidráulico es una baldosa formada por tres capas superpuestas de cemento prensado, que se mezcla con arenas calcáreas y silicias para introducirlas después en un molde compartimentado y ser prensadas.
Además de su resistencia, estas baldosas se caracterizan por su versatilidad, su gran variedad de dibujos y de colores naturales que las hacen aptas tanto para interiores como exteriores.
La mayoría de las series de baldosas hidráulicas cuentan con piezas lisas de diversos colores, piezas decoradas y cenefas perimetrales con sus correspondientes esquinas.
Actualmente se tiende a combinar baldosas hidráulicas de distintos colores y diseños, sin importar si sus cenefas encajan entre sí. De ahí que muchos fabricantes actuales ya estén ofreciendo packs de baldosas hidráulicas combinadas, hechas según la técnica original y también de imitación.
La variedad de losetas permiten realizar composiciones totalmente diferentes con la misma colección, como por ejemplo paredes de damero (combinando dos colores de piezas lisas), un pavimento estampado o un tapiz central rematado por una greca que se completa por franjas de un solo tono que completan la composición.
La superficie de las baldosas es porosa, y por eso, después de la colocación deben ser sometidas a un tratamiento de sellado que impida la absorción de líquidos y la formación de manchas.
Para su limpieza se utilizan detergentes neutros y debes evitar en la medida de lo posible su contacto con ácidos.
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Y tú ¿pondrías baldosas hidráulicas en la cocina?