Las puertas de la cocina tienen la función de abrir esta estancia para obtener zonas comunes y compartir espacio, o de cerrarla cuando se requiere una mayor intimidad. Elegir una puerta para la cocina, dependerá de las preferencias decorativas de cada uno así como de los metros disponibles de la estancia.
Según los materiales y acabados utilizados en su fabricación, las puertas resultan más o menos robustas, impiden o favorecen el paso de la luz y tienen una relación directa con la imagen y la decoración de los interiores de la vivienda.
¿Qué tipo de puertas nos podemos encontrar en una cocina?
Practicables
Son las más tradicionales y proporcionan alto grado de aislamiento. Disponen de una hoja que se desplaza hacia adentro o hacia fuera, pero no en ambas direcciones.
Batientes
Son muy parecidas a las practicables, pero no garantizan un ajuste de cierre total. En este caso, la hoja se desplaza a ambas direcciones.
Correderas
Son la mejor opción cuando contamos con pocos metros cuadrados al no necesitar ángulo de apertura y ocupar únicamente el plano en el que se mueve. Generalmente, se desplazan sobre dos guías y vienen equipadas con ruedas ajustables en altura y con sistemas de seguridad que impiden su salida del riel.
Pivotantes
Con bisagras ocultas ofrecen un diseño muy actual, eliminando el pequeño hueco lateral que se queda junto al marco.
Plegables
Están compuestas por tres o más lamas y se pliegan y despliegan para cerrar o abrir la estancia.
Materiales y acabados
En cuanto a materiales y acabados, la puertas de cristal son ligeras y permiten la circulación de la luz, ampliando además el campo visual. Las versiones de madera, aportan calidez al ambiente y aíslan mejor de la luz y del ruido. Por último, puedes optar por puertas realizadas en melamina, DM o PVC.
Y tú ¿qué tipo de puerta eliges para tu cocina?