Es el gran dilema que nos plantean los clientes Cocinas.com a la hora de elegir su cocina.
Pero lo cierto, es que todo tiene sus matices y lo mejor es que conozcas bien estos tres tipos de cocinas (gas, vitrocerámica o inducción) para que elijas la que mejor se adapte a tus necesidades.
Cocinas de gas
- v – Son las más utilizadas por profesionales por su rapidez y por las prestaciones que ofrece en cuanto al trato de materia prima.
- v – Al cocinar con fuego vivo, podemos regular en cada momento el calor aplicado a la comida.
- v – Admiten todo tipo de menaje de cocina.
- v – Consumen poca energía.
- v – Son consideradas las más respetuosas con el medio ambiente.
- x – Son las cocinas más difíciles de limpiar.
- x – Necesitan revisiones periódicas para controlar los posibles escapes de gas que puedan ocasionarse.
Cocinas de vitrocerámica
- v – Admiten cualquier tipo de recipiente.
- v – Son cocinas fáciles de limpiar (no como las de inducción pero sí lo son más que las de gas).
- v – Su precio es económico.
- x – Tras su apagado, la temperatura no baja rápidamente. Quien quiera ahorrar energía, puede apagarlas un poco antes de que los alimentos estén listos y de ese modo también generará menos costos.
- x – El tiempo de calentamiento es superior a la cocina de gas y a la cocina de inducción por lo que consumen mucha energía.
- x – Son las que más CO2 generan (superando a las de inducción y muy por encima de las de gas).
Cocinas de inducción
- v – Combinan las ventajas de las dos anteriores: son rápidas y de fácil limpieza.
- v – Generan directamente el calor en la base del recipiente, lo que hace que el tiempo de precalentamiento se reduzca a la mitad.
- v – No dejan calor residual, la temperatura baja rápidamente una vez que se apagan.
- v – Son cocinas fáciles de limpiar.
- v – Consumen menos.
- x – Necesitan recipientes adecuados, de material ferromagnético.
- x – Su precio es más elevado que los otros dos tipos de cocina.
Como ves, dependiendo de las necesidades de cada cliente, existe un tipo de cocina.
Y tú ¿con qué cocina te quedas?