Sistemas de filtrado de agua para la cocina ¿cómo conseguir un agua sin impurezas?

El agua es el componente principal de nuestro cuerpo que representa entre un 65% y 75%. Transporta proteínas, vitaminas y minerales esenciales. Es por ello que nuestra salud también está condicionada por la calidad del agua que consumimos. La cal, el plomo, el cloro en exceso y demás sedimentos que no son totalmente filtrados por los suministradores externos de agua potable pueden ser eliminados gracias a los sistemas domésticos para el filtrado y purificación.

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¿Qué sistemas de filtrado de agua existen para la cocina?

Filtros de carbón activo

Muy utilizado por su eficacia y bajo coste. De mantenimiento fácil, eliminan el cloro residual del agua corriente, gracias a sus capas de tamización.

Esto filtros se utilizan como complemento para mejorar otros sistemas, aportando un extra de filtración.

Si no se cambia el filtro en el tiempo indicado por el fabricante, se corre el riesgo de que pierdan su eficacia y proliferen las bacterias.

Las jarras purificadoras son muy populares y utilizan este sistema. Resultan ideales para eliminar impurezas del agua que pueden repercutir de manera negativa sobre el sabor y el olor, como por ejemplo el cloro. Son compactas y portables, pero tienen una duración máxima de 100-150 litros (4-5 semanas aproximadamente).

También aparecen como elementos de filtrado acoplados al grifo o integrados en él. La innovación en el mundo de la grifería ha dado lugar a piezas diseñadas con dos conductos; cada uno de ellos con una función específica. El primero se destina al fregado y lavado de alimentos, con agua corriente tomada de la habitual, y el segundo obtiene agua pura mediante el sistema de filtrado. Se pueden combinar con resinas sintéticas y filtros de cal.

Ósmosis inversa

Este método completo se encarga de eliminar sedimentos, partículas sólidas, solubles e invisibles, así como microorganismo, metales pesados como plomo o mercurio e incluso iones que aparecen en el agua convencional.

La ósmosis inversa se vale de filtros semipermeables de poliamida que, puestos en espiral, hacen de filtro para retener y eliminar grandes cantidades de sales, además de actuar de barrera frente a virus y bacterias, trabajando a nivel molecular. Se desarrolla en tres etapas:

  • El primer filtro retiene los sedimentos de mayor tamaño.
  • El segundo filtra de forma más precisa los sedimentos más pequeños.
  • El último utiliza el carbono para eliminar los microorganismos y contaminantes que pueda incorporar el agua.

En el mercado podemos encontrar modelos compactos que pueden instalarse bajo el fregadero. Generalmente, se instalan acompañados de prefiltros de carbón activo y, en algunos casos, de luces ultravioletas antibacterianas. El mantenimiento es sencillo: se debe cambiar la membrana cada tres o cinco años.

Como ves, existen diferentes posibilidades para obtener o mejorar la calidad del agua, de todos modos, antes de elegir entre los distintos sistemas de filtrado de agua para la cocina, es necesario saber el tipo de agua que llega a casa (no es lo mimo filtrar un agua dura y muy rica en minerales, que otra blanda, o con más o menos nitratos o cloro) y el uso que vas a hacer de la misma (beber, cocinar, limpiar…)

Y tú ¿tienes algún sistema de filtrado de agua en tu cocina?